Hombres y mujeres, la ciencia detrás de las diferencias
Existe un debate generalizado en cuanto a las diferencias existentes entre los hombres y las mujeres. Lejos de querer determinar cuál de los dos sexos es superior en base a estas desigualdades, es de mayor interés entender cuál es la base neurológica detrás de las conductas de ambos, para mejor determinar lo que nos hace tan particulares y que la ciencia (ya sea la medicina o la psicología) pueda servir a todos de manera más eficiente.
Una de las particularidades que distingue a las mujeres y los hombres es el modo en que expresan sus emociones. De acuerdo con la psiquiatra Louann Brizendine, educada en Yale y directora de la Clínica Hormonal en San Francisco, existen diferencias anatómicas y funcionales en el modo en que los cerebros de las mujeres y los hombres funcionan.
Según Brizendine, una gran cantidad de evidencia científica vincula la salud mental de la mujer, las conexiones en su cerebro y su química. Así, el cerebro de las mujeres tiene 11% más neuronas en la zona dedicada a las emociones y la memoria, además de tener un mayor centro de comunicaciones que el cerebro masculino. Esto explica cómo las mujeres confieren más importancia a las experiencias emocionales que los hombres. También nos permite entender por qué para ellas es más importante expresar lo que sienten y comprender su queja genuina de que “los hombres no hablan sobre sus planes, sentimientos y miedos”. En el caso de los hombres, estas áreas cerebrales no están tan desarrolladas como las que controlan la habilidad de resolver conflictos o encontrar soluciones.
Estudios actuales profundizan aún más en el funcionamiento de los cerebros de mujeres y hombres. El profesor de psicología Richard Haier, de la Universidad Irvine de California, condujo una investigación utilizando la novedosa tecnología de fMRI (imágenes por resonancia magnética funcional). La investigación aportó que los hombres piensan más utilizando su materia gris y las mujeres su materia blanca. Sus descubrimientos muestran que, en general, los hombres tienen cerca de 6.5 veces la cantidad de materia gris (asociada a pensamientos puntuales) relacionada con la inteligencia, comparado con las mujeres, mientras que ellas tienen casi 10 veces la cantidad de materia blanca (asociada a los pensamientos de conexión) relacionada con la inteligencia.
Haier afirma que “estos descubrimientos sugieren que la evolución humana ha creado dos tipos diferentes de cerebros, diseñados para un comportamiento inteligente de igualdad”. Esto explica por qué los hombres son minuciosos, dirigidos a una cosa en particular y cómo pueden enfocarse en una situación o un detalle, lo que hace que algunos se destaquen más en actividades profesionales que tienen que ver con asociaciones numéricas o
matemáticas. La evidencia nos indica cómo las mujeres utilizan patrones de pensamiento asociados mayormente con la conexión y el procesamiento de información, y nos explica por qué para ellas es mucho más fácil que para los hombres realizar varias tareas al mismo tiempo y entender situaciones complejas.
En otra investigación realizada por la Universidad de Stanford, en California, el psicólogo Turhan Canli les mostró a doce hombres y mujeres fotografías que variaban en contenido de neutral a capaces de provocar fuertes reacciones emocionales. Algunas semanas después se utilizó el fMRI para determinar qué reacción tenían ante las fotografías. El estudió mostró que el 60% de los hombres eran capaces de recordar emociones más intensas fijadas en sus cerebros; mientras que en las mujeres el porcentaje se elevaba a 75%. Canli concluyó que “las mujeres tienen significativamente más regiones del cerebro
cuya activación está relacionada con la evaluación de experiencias emocionales.
Definitivamente, ellas comunican recuerdos más vivos que sus esposos en acontecimientos relacionados con su primera cita, las últimas vacaciones o una discusión reciente”.
El estudio científico de las diferencias entre hombres y mujeres nos ayuda a entender cómo somos y establecer un puente entre ambos sexos, elemento esencial para promover la comprensión y el mejor entendimiento entre los seres humanos.