Tan natural y privilegiada como su entorno
“La casa fue situada siguiendo la topografía del suelo, por lo cual posee varios niveles, y su forma elíptica, con varios radios, tiene como propósito envolver la vegetación existente, disfrutar de la maravillosa vista y permitir que la ventilación fluya en todos los puntos”, nos explica el Arquitecto Cambefort.
Enormes ventanas en forma de claraboyas proporcionan la ventilación a los baños y sumamente interesante es el equilibrio que crea el viento junto con el peso de los vidrios que las forman. Aquí también notamos la tendencia de uniformidad en el uso de los materiales. Tanto las paredes como los pisos fueron revestidos con mosaiquillos de un color verde muy limpio, el cual recuerda el tono de las aguas cristalinas que se pueden apreciar desde el balcón perimetral que rodea todo el frente de la casa y al que tenemos acceso desde las recámaras. Hamacas de hilo de color natural están estratégicamente colocadas e invitan a disfrutar de un rato de descanso y de una vista panorámica de la isla Saboga, con su vegetación y techos de variados tonos, destacando el campanario de la pequeña iglesia de pueblo, visión que parece haber sido sacada de la obra de un pintor primitivista.
La cocina, el comedor y el salón están dispuestos en una extensa y abierta estancia, sin ningún tipo de división física. Los ambientes se delimitan únicamente por amplias gradas que ubican el salón en un nivel inferior. Aquí nuevamente se aprecian imponentes ventanales, que generalmente están abiertos y nos permiten gozar de una estupenda “vista activa”, ya que se observan pájaros en constante movimiento y pescadores en sus botes que van y vienen a Saboga o Pacheca, otra pequeña isla que se divisa a la derecha de la propiedad. Aún en la oscuridad de la noche, la vista no deja de ser atractiva ya que se quiebra con el tintineo de las luces de Saboga.
La decoración se mantiene austera pero elegante, los muebles de cocina están revestidos con acero inoxidable que contrasta perfectamente con la mesa del comedor, de líneas muy limpias y madera clara.
El mobiliario del salón está formado por grandes sillones forrados en tela tipo manta sucia. Todo está dispuesto de forma que el ambiente general sea de tranquilidad y armonía. Pasamos al pequeño estudio que está separado por dos puertas laterales tipo “pocket”, que se esconden totalmente cuando se quiere unificar las áreas. La neutralidad en todos los elementos de la decoración es interrumpida sólo por la madera de las mesas y por el verdor de las grandes hojas colocadas de manera desenfadada, que resaltan contra el blanco de las paredes.
Interesantes columnas de concreto visto, colocadas de manera inclinada, soportan el largo techo, el cual ofrece una protectora sombra a parte de la terraza y, en su perímetro, lleva una canal de cobre, cuyo fin es el de recoger el agua de lluvia para almacenarla en la parte inferior de la casa.
Al estar la casa dispuesta en dirección norte – sur, todo el año se goza de una agradable brisa. En un nivel inferior hallamos la piscina, de tipo infinito perdido, revestida con mosaiquillos de variados tonos azules. Suspendido y como volando sobre las rocas de la maravillosa playa azul turquesa se encuentra un “deck”, donde ha sido colocado el “whirpool”. Es esta área de la terraza, en particular, la que deja sin aliento a cualquiera. La magnitud e infinidad del inmenso mar penetra a través de cada uno de nuestros sentidos y, sin percatarnos, nos convence de inmediato de que estamos ante un escenario irrepetible. Definitivamente, la asombrosa y enriquecedora vista que se aprecia desde este privilegiado lugar es muestra fehaciente de que se logró el cometido: sentir la naturaleza, en todo su esplendor, mientras se vive a su lado.
Contadora, la más famosa de las islas del Archipiélago de las Perlas, comenzó a desarrollarse como resort turístico desde principios de la década de los setenta. Su popularidad lleva más de treinta años y cada día son más las personas que se “enamoran” de sus encantos. Es imprescindible seguir manteniéndolos intactos a través de un fuerte compromiso con la conservación. Quizás ese fue el secreto mejor guardado por sus propietarios a la hora de definir sus preferencias: respetar el medio ambiente e incorporarlo sabiamente para crear una casa inigualable.
* Diseñadora de interiores.
Fotos: Silvia Grunhüt / Space 67.