Tecnología

Todo-en-uno: El futuro de la diversión digital

La cantidad de aparatos necesarios para disfrutar de las distintas facetas del entretenimiento digital, como hablar por teléfono, navegar en internet o ver televisión, se ha ido reduciendo gradualmente. Descubra cómo, en el futuro, llevará siempre en su bolsillo el potencial de involucrarse en estas y muchas otras actividades, sin importar dónde esté.

Las tabletas se han colocado en el lugar de preferencia en temas de entretenimiento. Hoy en día, hasta se puede aprender a tocar guitarra con la ayuda de este tipo de dispositivos electrónicos.

¿Habrá notado que, si bien la cantidad de funciones de los aparatos que más utiliza a diario, como su computadora y su celular, ha aumentado considerablemente, sus tamaños respectivos se han mantenido o hasta reducido con el pasar del tiempo? Esto es posible gracias a la ley de Moore, la cual establece que el número de transistores que caben dentro de cualquier circuito integrado se duplica cada dieciocho meses. Dicho de otra manera, el tamaño de un aparato podría reducirse a la mitad cada año y medio, manteniendo el mismo cableado y, por ende, las mismas funciones. Es por esto que los “smartphones”, o teléfonos inteligentes, como se conocen los celulares multiuso de hoy en día, ya ofrecen servicios tan avanzados como los de una computadora.

Por otro lado, las computadoras también han ampliado el alcance de sus aplicaciones y se han vuelto cada vez más portátiles. El empoderamiento de los teléfonos y la reducción en tamaño de las computadoras convergieron en el nacimiento de las tabletas, la base del futuro de la diversión digital: un solo aparato, móvil, que integre todas las funciones de entretenimiento que más utilizan los humanos del siglo 21.

En telefonía, las tabletas seguirán su trayectoria como celulares. A través de ellas, ya podemos ver y escuchar a las personas con quienes nos comunicamos. No es difícil imaginar el impacto que este fenómeno puede tener una vez se convierta en una parte esencial de la vida de la mayoría de los humanos: nadie tendrá que volver a comer solo, ni un padre de familia en viaje de negocio tendrá por qué perderse el recital de su hija. La tableta/celular nos llevará a filmar y transmitir, en tiempo real, todo lo que esté sucediendo a nuestro alrededor.

Si bien estas tabletas ya tienen muchas de las funciones de las computadoras, en el futuro las tendrán casi todas y, por ende, las reemplazarán. Ya existen algunas tabletas que tienen procesadores más poderosos que los de una computadora estándar. Entre las pocas ventajas que la computadora tiene sobre el celular está el tamaño de sus pantallas. Para solucionar este problema, el futuro traerá la proliferación de las estaciones de conexión. Estas estaciones, o pequeñas bases, estarán vinculadas a monitores individuales y, cuando coloquemos sobre ellas nuestras tabletas, reflejarán en el monitor (a mayor escala) los archivos o la información sobre la cual necesitemos trabajar. Teniendo una de estas estaciones en cada uno de los sitios donde más utilizamos nuestra tableta, lograremos mitigar la incomodidad característica de las pantallas y los teclados de aparatos pequeños.

Foto izquierda: Hasta la forma como tomamos fotografías y guardamos recuerdos de nuestras vacaciones ha cambiado y seguramente seguirá haciéndolo en los próximos años.

Foto derecha: Todos los “smartphones” disponibles guardan y reproducen música con excelente capacidad y portabilidad, en una carrera tecnológica que podría desplazar del mercado a los aparatos especializados.

Para los amantes de la fotografía, la tableta será también su cámara. Actualmente, las cámaras de los teléfonos más poderosos del mercado ya proporcionan la misma cantidad de pixeles, y por ende calidad de fotos, que aquellas de las cámaras digitales corrientes. Esto solo seguirá mejorando, y las cámaras como aparatos individuales serán utilizadas únicamente por fotógrafos profesionales que requieran lentes y enfoques especiales. Las tabletas también tendrán un desarrollo cada vez más avanzado de detección de posicionamiento geográfico. Esto no solo nos permitirá encontrar con facilidad la gasolinera o el restaurante más cercano en cualquier momento dado, sino que también facilitará nuestra participación en algunas actividades. Tomemos como ejemplo el golf; con este sistema, nuestra tableta nos indicará la distancia al hoyo desde donde estamos, la influencia que tendrá el viento sobre nuestro tiro, y hasta dónde cayó nuestra bola después del golpe.

En términos de música y lectura, la integración prácticamente ya ocurrió. Todos los “smartphones” y tabletas disponibles en el mercado tienen amplia capacidad para guardar y reproducir música y, en muchos casos, son tan portátiles como cualquier reproductor MP3. Esto elimina por completo la necesidad de tener un aparato especialmente para escuchar música. La lectura también se digitalizó hace algunos años, con la invención de un aparato que nos permite comprar libros virtuales y leerlos inmediatamente. Dado que la compra de estos libros es a través de internet, las tabletas también ofrecen esa posibilidad. Si bien la pantalla de las tabletas es un poco más translúcida que la de las máquinas confeccionadas especialmente para leer, por lo que podría ser incómoda para la vista, esto se puede combatir con protectores de pantalla especiales para cuando se utilice la tableta para este propósito.

El futuro de los aparatos diseñados únicamente para videojuegos tampoco luce muy prometedor. Las tabletas actuales ya ofrecen un gran número de juegos que pueden descargarse ya sea gratuitamente o a bajo costo. Para jugarlos, no es necesario estar frente al contrincante. A través de internet, la tableta puede conectarnos con cualquier otra persona que esté en línea en el mismo juego, y establecer un partido o una batalla a distancia. Es posible que, muy pronto, el Play Station, Wii y otros productos como estos tengan poco adicional que ofrecerle a los dueños de tabletas.

Eventualmente, las tabletas (o sus estaciones de conexión) incluso podrían venir integradas a todo nuevo carro o avión. Reuniendo mucho de lo mencionado anteriormente, en la carretera las tabletas serían nuestro “GPS”, reproductor de música y reloj. A través de ellas podríamos controlar el aire acondicionado y la luz del automóvil. En los aviones, especialmente los diseñados para volar rutas largas, se encontrarán en los puestos de todos los pasajeros. Cada uno de ellos podrá, a su vez, escoger su preferencia de entretenimiento dentro de una amplia oferta de películas, juegos, canciones y otros productos digitales. En algunas aerolíneas, los pilotos ya usan las tabletas para acceder a todos los manuales de vuelo.

Foto superior: Muchos televisores vienen con internet integrado, lo cual permite a los usuarios una gama de opciones insospechadas a la hora de escoger la programación deseada.

Foto inferior: El desarrollo veloz de nuevas tecnologías hace que nuestra existencia diaria esté dotada de una interacción completa con originales maneras de resolver nuestras necesidades.

El universo de las televisiones también dará un giro drástico, haciéndose cada vez más dependiente del internet. Muchos de los televisores que han salido recientemente al mercado ya vienen con internet integrado. Esto les da a los televidentes la opción de ver cualquier programa que esté subido a la red, sin tener que depender de lo que las televisoras decidan transmitir. Esto llevará a la creación de canales especializados, basados en internet. Actualmente, un canal solo de hípica, por ejemplo, tal vez no tenga un caso de negocio muy convincente, pues en una ciudad dada probablemente no hay suficientes fanáticos de la hípica como para lograr “ratings” que mantengan el canal a flote. Sin embargo, si el canal tiene su base en internet, el mercado no es una sola ciudad o país sino el mundo entero. Así, el número de televidentes potenciales incrementa al punto de que un canal sobre casi cualquier tema o actividad debería ser sostenible.

Las películas ya podemos conseguirlas, en su gran mayoría, desde nuestro hogar con aparatos de televisión a demanda como el Apple TV. En términos del cine, el futuro está en la experiencia 4D. Las nuevas televisiones personales ya incluyen la posibilidad de ver todo en tres dimensiones. Sin embargo, ir a una sala a ver una película podría agregarnos valor si le añade una cuarta dimensión, como olores o movimiento. La producción de esas películas también puede cambiar significativamente. Con los avances de diseño gráfico, es posible que la escenografía compleja y hasta los actores dejen de ser necesarios físicamente, pues estos podrán recrearse digitalmente, sin que los humanos podamos detectar si son reales o confeccionados.

Por último, esta interconectividad entre las tabletas, las televisiones y el internet podría cambiar la forma en que estamos acostumbrados a ver y jugar deportes. La sincronía entre lo que ocurre y lo que vemos es cada vez mayor. Esto podría llevarnos a formar parte de la toma de decisiones de lo que sucede en el campo. De hecho, en México ya hay un equipo de fútbol gestionado en gran medida por sus fanáticos, que votan a través de internet para formar las decisiones que debe tomar el técnico.

Así como el mundo ha venido integrándose, económica y culturalmente, a través del fenómeno de la globalización, las tecnologías que antes operaban de forma independiente también han convergido, ofreciéndonos más opciones de entretenimiento centralizadas en pocos aparatos. Y si miramos hacia atrás en el tiempo y, con base en la historia del veloz desarrollo de nuestra tecnología, proyectamos nuestro futuro, podremos darnos cuenta de que todo esto es solo el comienzo…

Fotos:
Páginas 72 y 76: © Ron Royals / Corbis
Página 74: © Francis Dean / Corbis (izquierda) y © Michael
Patrick O’Leary / Corbis (derecha)
Página 76: © Mike Watson / moodboard / Corbis (superior)

 

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Ana Sofía Alemán

Ana Sofía Alemán

Panameña de 27 años. Estudios: licenciatura en antropología y mandarín de la universidad de Princeton; maestría en administración de empresas de la universidad de Duke. Carrera: Gerente de Alianzas en Copa Airlines hasta el año 2012; desde entonces, Gerente de Estrategia y Mercadeo en Alcogal. Hobbies: viajar; su meta es visitar 100 países antes de cumplir 30 años (ha visitado 88).